

Por Hernán Eduardo Molina Medina
Hooking (Gancho), Tufting y Punch Needle (Aguja Mágica)
Un Recorrido Histórico por las distintas técnicas de fabricación de alfombras
La historia de las alfombras hechas a mano es, en muchos sentidos, también la historia de la creatividad popular y del ingenio técnico, como en tantas otras invenciones de la humanidad. Desde el siglo XIX hasta la actualidad, las técnicas de hooking, tufting y punch needle han sido fundamentales para transformar retazos de tela e hilos sueltos en verdaderas obras de arte textil. Este recorrido, que comienza con instrumentos simples y avanza hacia máquinas sofisticadas, refleja cómo las manos humanas y la tecnología han convivido para dar forma a un oficio lleno de historia, tradición y belleza.
Antes de continuar, y si no sabías en que consiste cada técnica, te lo enseño a continuación
¿Hooking, Tufting y Punch Needle?
Aunque todas estas técnicas consisten en insertar hilo a través de una base textil, cada una tiene particularidades:
- Hooking/Gancho: Técnica tradicional que utiliza un gancho curvado para pasar tiras de tela o hilo a través de una base de baja densidad de trenzado (malla o arpillera).
- Tufting: Usa agujas o pistolas (manuales o eléctricas) para perforar la tela base e insertar hilo a gran velocidad. Permite hacer alfombras más grandes y densas en menos tiempo, con acabados en bucle o corte.
- Punch Needle: Es una forma específica de bordado tridimensional, donde una aguja hueca (o “punzón”) empuja el hilo a través de la tela base. Se trabaja generalmente desde el reverso, creando bucles uniformes o superficies planas dependiendo del tipo de hilo y aguja.
Bueno...continuemos.
Todo comenzó hacia mediados del siglo XIX, cuando las comunidades rurales en América del Norte, especialmente en zonas como Nueva Inglaterra y Canadá, comenzaron a reutilizar telas viejas para crear alfombrass. La herramienta principal era un gancho sencillo, parecido a un ganchillo, que permitía insertar tiras de tela a través de una base de arpillera o saco. Este método, conocido como rug hooking, no solo respondía a necesidades prácticas del hogar, sino que también ofrecía una vía de expresión artística dentro de contextos humildes y domésticos.
Paralelamente, y con base en ideas similares, surgió el punch needle, una técnica que utilizaba una aguja hueca para perforar la tela y dejar bucles del otro lado. A diferencia del hooking, que requiere tirar del hilo hacia la superficie, el punch needle trabaja empujando el hilo desde atrás, lo que genera una textura elevada y uniforme. Aunque era menos común en sus orígenes, el punch needle encontró un lugar especial en comunidades religiosas y en entornos donde el bordado tridimensional tenía valor decorativo.
A medida que avanzaba el siglo XX, la invención y perfeccionamiento de herramientas mecánicas impulsaron una pequeña revolución en la creación de alfombras. Aparecieron máquinas manuales de tufting, como la Perfection Tufting Machine, que permitían insertar hilo de forma más rápida y precisa. Estas máquinas, aunque rudimentarias en comparación con la tecnología actual, marcaron un cambio importante en la escala de producción y en la calidad de los acabados. Los talleres textiles comenzaron a integrar estas herramientas, y poco a poco, el tufting se consolidó como una técnica intermedia entre lo artesanal y lo semindustrial.
Explosión de las manualidades y el CRAFT DIY
El verdadero salto tecnológico llegó con la incorporación de herramientas eléctricas. Las primeras pistolas de tufting eléctricas fueron diseñadas para reparar alfombras comerciales, pero rápidamente fueron adoptadas por artistas y pequeños emprendedores textiles que descubrieron en ellas un medio poderoso para crear alfombras modernas, con diseños complejos y texturas variadas. Estas pistolas permitieron multiplicar la velocidad de trabajo, lo que redujo tiempos y costos, y abrió un nuevo capítulo para el tufting como tendencia artística contemporánea.
En paralelo, el punch needle vivió un renacer. Su facilidad de uso, su carácter accesible y su estética atractiva lo volvieron popular entre diseñadores textiles, ilustradores y amantes del DIY. Hoy, es común ver tapices, cojines, bolsos y obras murales hechos con esta técnica, que conserva el espíritu artesanal pero se adapta perfectamente a los lenguajes visuales actuales.
Los materiales también han evolucionado con el tiempo. La arpillera, utilizada en los primeros tiempos del hooking, fue reemplazada por telas más resistentes como el monk’s cloth o lienzos de algodón especiales para punch needle y tufting. Los hilos, que antes provenían del reciclaje de ropa o mantas, ahora incluyen opciones acrílicas, lanas teñidas a mano y fibras naturales preparadas para resistir el uso intensivo. Este desarrollo ha permitido mejorar los resultados técnicos sin perder la esencia manual del trabajo.
En la actualidad, estas tres técnicas conviven y se complementan. El hooking sigue siendo muy valorado en círculos tradicionales, donde se enseñan patrones que han pasado de generación en generación. El tufting se ha transformado en una expresión artística joven y urbana, con artistas que crean alfombras personalizadas o murales para galerías y con mucha presencia en redes sociales. El punch needle, por su parte, se ha convertido en una puerta de entrada al mundo del bordado en relieve, ideal para quienes buscan explorar el arte textil sin requerir grandes inversiones iniciales.
En países como Chile, donde el oficio manual ha cobrado nuevo impulso como alternativa de autoempleo, estas técnicas han encontrado terreno fértil. Hoy es posible acceder a herramientas, telas e hilos especializados en tiendas físicas y plataformas online. Existen cursos, kits y comunidades de apoyo para quienes quieren iniciarse o perfeccionar su técnica.
Este recorrido, que comenzó hace casi dos siglos con un simple gancho y restos de tela, ha evolucionado hasta convertirse en una corriente artística y emprendedora. Ya sea con un gancho tradicional, una aguja de punch needle o una pistola de tufting eléctrica, lo que permanece intacto es el deseo de crear con las manos, de dejar una huella en cada hebra, y de transformar lo cotidiano en algo profundamente personal y significativo.
Hicimos una infografía aproximada para que tengas más clara la evolución de las respectivas técnicas (spoiler: el punch neddle nunca evolucionó, manteniendose como la técnica mas primitiva)
Espero que hayas disfrutado de este viaje del tufting 🙌
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2 comentarios
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Excelente infografia e historia 🤗
Gio Tufting el
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Que interesante!! Muchas gracias por compartirlo 🙏🏻
Javiera el